sábado, 20 de septiembre de 2025

El Colorado 1999

Saludo de la Alcaldía

Estimados vecinos y vecinas: Como en años anteriores, me dirijo a ustedes con motivo de la Feria de El Colorado, para desearos que paseis unos días agradables en compañía de familiares y amigos.

Este año nuestras fiestas coinciden con el final de una legislatura, por eso quiero hacer una reflexión de estos cuatro años en los que he ejercido como Alcalde de nuestro pueblo. Durante éste tiempo las dificultades han sido muchas, pero la ilusión y las ganas de trabajar en todo momento han servido para solucionar muchos problemas, siendo importante el apoyo y la labor de mi equipo de trabajo que tanto ha luchado por mejorar las cosas día a día, con esfuerzo y con esperanza.

No todos los problemas están resueltos, pero les puedo asegurar que estamos haciendo todo lo posible para buscar soluciones.

También he aprendido a ser paciente y esperar, a escuchar, a conocer los problemas de las personas y los colectivos. Pero de lo que más orgulloso me siento es de lo que he aprendido de los hombres y mujeres de nuestro pueblo.

A estas alturas, deciros que sigo manteniendo las mismas ganas de trabajar y la misma ilusión por mejorar la calidad de vida de todos los vecinos.

En esta feria, lugar de encuentro de todos los conileños y conileñas, pero fundamentalmente de lso agricultores y vecinos del campo, mi deseo es que seamos capases todos de unirnos para disfrutar de estos días, al conseguirlo estaremos demostrando que también podemos unirnos para afrontar los retos que tiene planteado Conil.

Disfrutemos, mientras tanto, del paréntesis de alegría que supone la Feria, y hagamos de El Colorado un lugar abierto y cosmopolita.

UN ABRAZO
Vuestro Alcalde
Antonio Roldán Muñoz







LOS LOBATONES DE CONIL: Conil VII siglos.

«”Desde la fundación de Conil en el siglo XIV hasta tiempos recientes, una serie de familias han controlado los poderes públicos del municipio, marcando las líneas de actuación de los distintos Ayuntamientos, influyendo de manera decisiva en las pautas sociales, controlando los medios de producción y el futuro de la población.

Muchas de estas familias eran de noble origen, hidalgos de sangre y de solar conocido, descendientes de caudillos y jefes militares de la reconquista. Distinguidas en lo social y poderosas en lo económico, mediante una política de matrimonios de conveniencia, mantuvieron su influencia a lo largo de los siglos, de generación en generación, pasando los cargos públicos de padres a hijos y constituyendo verdaderos clanes familiares que extendían su influencia por los pueblos vecinos.

Estas familias conileñas fueron según las distintas épocas los AMAR, LOBATÓN, MANUEL, DORRONZORO, BORREGO, PALOMINO, MORENO, etcétera, entre otras de menor relevancia. Pero de entre todas ellas destaca, por su antiguo linaje y sus casi CUATROCIENTOS AÑOS de permanencia en la vida pública, la familia LOBATÓN.

Todos los Lobatones de Conil son descendientes de la misma persona, todos parientes por lejano que pueda parecer el parentesco, aunque no sean muchas las personas que hoy llevan el apellido en primer o segundo lugar, son igualmente pertenecientes a esta familia muchas personas que ni siquiera ostentan el apellido en tercero o cuarto lugar.

La familia tiene su origen en el LUGAR DE MELÓN, partido judicial de RIVADAVIA, provincia de ORENSE, de donde descienden todos los caballeros de este apellido.

Dos de estos caballeros, padre e hijo, llamados MATEO TORRES LOBATÓN y GONZALO RUIZ LOBATÓN, participaron en la reconquista de Andalucía a los moros, a las órdenes de ALFONSO X, conquistando la ciudad de Jerez de la Frontera en el año 1264.

Estos dos Lobatones fueron de los trescientos caballeros de linaje que figuran en el libro de Repartimiento de Jerez de la Frontera, a los que el rey ALFONSO X el SABIO recompensó con casas y heredades, recibiendo MATEO casa en la Collación o Parroquia del Salvador y su hijo GONZALO casa en el barrio de San Mateo y el nombramiento de Jurado de la ciudad.

ALONSO GARCÍA, suegro de GONZALO RUIZ LOBATÓN fue uno de los cuarenta caballeros que custodiaban la puerta de Rota, privilegio reservado y encomendado por el rey para caballeros de sangre noble y linaje reconocido. Por este motivo fue ALONSO incluido también en los repartimientos de casas y heredades después de la expulsión de los moros de la ciudad.

Del matrimonio de GONZALO RUIZ LOBATÓN con ANA GARCÍA, hija del antedicho ALONSO GARCÍA, nació ALONSO GARCÍA LOBATÓN, el primer LOBATÓN nacido en Jerez y del que en línea recta de varón a varón llegamos a su tataranieto llamado MARTÍN HERNÁNDEZ LOBATÓN, conocido por MARTÍN EL DEL PECHO, ya que era el que en Jerez repartía el impuesto entre los vecinos, a los que se les llamaban <pecheros>; impuesto éste que hoy día llamamos Contribución Urbana.

MARTÍN HERNÁNDEZ LOBATÓN, como hijo de MARÍA RIQUEL, era sobrino de PEDRO DE RIQUEL, caballero veinticuatro de Jerez, que se destacó en su época, la segunda mitad del siglo XV, por sus campañas contra los moros en la península y en el norte de África, participando en la guerra de Granada. Fue alcalde del Santo Oficio de la Inquisición de Jerez por el estado noble.

Hijo de este MARTÍN LOBATÓN fue ALONSO GARCÍA LOBATÓN DEL PECHO, del que descienden las ramas conileña y vejeriega de los Lobatones. Vino a Conil a mitad del siglo XVI, como recaudador de impuestos y mayordomo de las almadrabas de los duques de Medina Sidonia. Casó en Conil con Doña ANA ORTIZ ARIZA, natural de la ciudad de Medina, dando origen a una familia que ocupó durante siglos, los cargos administrativos más altos y de mayor distinción de la villa y de fuera de ella, como en Vejer de la Frontera, Cádiz y la Isla de León.

Sus descendientes fueron ocupando los empleos de mayor confianza en la hacienda del Duque, como alcaides de castillos y fortalezas, alcaldes ordinarios, regidores de preeminencia, jurados, tesoreros, capitanes de las milicias concejiles y un largo etcétera. Otros miembros de esta familia ingresaron en la armada real y muchos fueron hombres de leyes y eclesiásticos.

Fueron considerados hijosdalgos de sangre, de nobleza reconocida y ejecutoriada, probada en varias ocasiones y ciudades distintas siendo incluidos sus miembros en los padrones de nobles de los lugares en que vivieron y por ello exceptuados de pagar impuestos y cargas municipales como privilegio a la calidad de sus orígenes.

La antigüedad y nobleza de la familia fue ejecutoriada en la ciudad de Jerez a petición de Don PEDRO BERNAL LOBATÓN y su hermano Don ANTONIO DEL PECHO LOBATÓN. Obtuvieron carta ejecutoria de unos privilegios del rey ALFONSO XI de fecha seis de Noviembre de mil trescientos cincuenta y de veintinueve de Octubre de mil trescientos cincuenta y uno, por lo que dicho monarca confirmó los repartimientos que su padre el rey ALFONSO X había hecho a sus antepasados que participaron en la Conquista de Jerez. Igualmente una sentencia de veintiséis de Octubre de mil quinientos setenta y tres declaró a Don PEDRO y Don ANTONIO como hijosdalgos.

En cabildo celebrado por el Ayuntamiento de Conil, de fecha veintiocho de Diciembre de mil seiscientos cincuenta y tres, los hermanos PEDRO DE FUERTES LOBATÓN y PEDRO BERNAL LOBATÓN justificaron, como nietos de Don ALONSO DEL PECHO, recaudador del Duque, ser descendiente de los trescientos caballeros ganadores de la ciudad de Jerez y ser sobrinos de Don MARTÍN GARCÍA LOBATÓN alcaide de la fortaleza de Zara, en Vejer de la frontera.

El día 2 de Diciembre de 1752, a petición del presbítero Don ALONSO ESTEBAN LOBATÓN, cura de la Iglesia de San Mateo de Jerez, fueron elevados a escritura pública por el notario Don NICOLÁS DE MOLINA, unos documentos que le fueron presentados por los cuales se comprobaba la hidalguía y nobleza de la familia, se reconocía la capilla familiar  y bóveda para enterramientos que la familia poseía en la Iglesia de San Mateo. Esta Capilla es la que se encuentra a mano derecha entrando por la puerta mayor, con un niño Jesús en el centro del altar, el escudo de armas de la familia y una lápida con la inscripción de propiedad. El escudo de armas está representado por un castillo de plata y a sus puertas dos lobos atados con cadenas en campo rojo y por orla ocho aspas de oro también en el mismo campo rojo.

A través del matrimonio enlazaron con los LEÓN GARABITO de Vejer de la Frontera, con los AMAR, los PALOMINOS y los BORREGO de Conil, etcétera, formando las distintas ramas familiares que han llegado hasta nuestros días.

En el siglo XIX la principal familia de Conil la constituyó el matrimonio y los hijos de Don GREGORIO BORREGO SALADO y Doña JACINTA LOBATÓN SÁNCHEZ. Ésta era sobrina-nieta del CONDE DE LAS CINCO TORRES, el fundador de LA MISERICORDIA. Sus hijos, FRANCISCO fue Alguacil Mayor, GREGORIO, médico, JOSÉ MARÍA y JUAN MANUEL, licenciados en Derecho, dominaron la vida pública y social de la villa, siendo Doña JACINTA LOBATÓN dama de excelentes virtudes humanas, dejando honda huella entre los conileños de la época.

Conil, Mayo de 1999. FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA. Juez de Paz.”»









Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Isabel González, Imprenta La Cañailla

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