
Saludo de la Alcaldía
Estimados vecinos y vecinas: Como en años anteriores, me dirijo a ustedes con motivo de la Feria de El Colorado, para desearos que paseis unos días agradables en compañía de familiares y amigos.
Este año nuestras fiestas coinciden con el final de una legislatura, por eso quiero hacer una reflexión de estos cuatro años en los que he ejercido como Alcalde de nuestro pueblo. Durante éste tiempo las dificultades han sido muchas, pero la ilusión y las ganas de trabajar en todo momento han servido para solucionar muchos problemas, siendo importante el apoyo y la labor de mi equipo de trabajo que tanto ha luchado por mejorar las cosas día a día, con esfuerzo y con esperanza.
No todos los problemas están resueltos, pero les puedo asegurar que estamos haciendo todo lo posible para buscar soluciones.
También he aprendido a ser paciente y esperar, a escuchar, a conocer los problemas de las personas y los colectivos. Pero de lo que más orgulloso me siento es de lo que he aprendido de los hombres y mujeres de nuestro pueblo.
A estas alturas, deciros que sigo manteniendo las mismas ganas de trabajar y la misma ilusión por mejorar la calidad de vida de todos los vecinos.
En esta feria, lugar de encuentro de todos los conileños y conileñas, pero fundamentalmente de lso agricultores y vecinos del campo, mi deseo es que seamos capases todos de unirnos para disfrutar de estos días, al conseguirlo estaremos demostrando que también podemos unirnos para afrontar los retos que tiene planteado Conil.
Disfrutemos, mientras tanto, del paréntesis de alegría que supone la Feria, y hagamos de El Colorado un lugar abierto y cosmopolita.
UN ABRAZOVuestro Alcalde
Antonio Roldán Muñoz
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LOS LOBATONES DE CONIL: Conil VII siglos.
«”Desde la fundación de Conil en el siglo XIV hasta tiempos recientes, una serie de familias han controlado los poderes públicos del municipio, marcando las líneas de actuación de los distintos Ayuntamientos, influyendo de manera decisiva en las pautas sociales, controlando los medios de producción y el futuro de la población.
Muchas de estas familias eran de noble origen, hidalgos de sangre y de
solar conocido, descendientes de caudillos y jefes militares de la reconquista.
Distinguidas en lo social y poderosas en lo económico, mediante una política de
matrimonios de conveniencia, mantuvieron su influencia a lo largo de los
siglos, de generación en generación, pasando los cargos públicos de padres a
hijos y constituyendo verdaderos clanes familiares que extendían su influencia
por los pueblos vecinos.
Estas familias conileñas fueron según las distintas épocas los AMAR,
LOBATÓN, MANUEL, DORRONZORO, BORREGO, PALOMINO,
MORENO, etcétera, entre otras de menor relevancia. Pero de entre todas
ellas destaca, por su antiguo linaje y sus casi CUATROCIENTOS AÑOS de
permanencia en la vida pública, la familia LOBATÓN.
Todos los Lobatones de Conil son descendientes de la misma persona,
todos parientes por lejano que pueda parecer el parentesco, aunque no sean
muchas las personas que hoy llevan el apellido en primer o segundo lugar, son
igualmente pertenecientes a esta familia muchas personas que ni siquiera
ostentan el apellido en tercero o cuarto lugar.
La familia tiene su origen en el LUGAR DE MELÓN, partido judicial de
RIVADAVIA, provincia de ORENSE, de donde descienden todos los caballeros de
este apellido.
Dos de estos caballeros, padre e hijo, llamados MATEO TORRES LOBATÓN
y GONZALO RUIZ LOBATÓN, participaron en la reconquista de Andalucía a
los moros, a las órdenes de ALFONSO X, conquistando la ciudad de Jerez
de la Frontera en el año 1264.
Estos dos Lobatones fueron de los trescientos caballeros de linaje que
figuran en el libro de Repartimiento de Jerez de la Frontera, a los que el rey ALFONSO
X el SABIO recompensó con casas y heredades, recibiendo MATEO
casa en la Collación o Parroquia del Salvador y su hijo GONZALO casa en
el barrio de San Mateo y el nombramiento de Jurado de la ciudad.
ALONSO GARCÍA, suegro de GONZALO
RUIZ LOBATÓN fue uno de los cuarenta caballeros que custodiaban la puerta
de Rota, privilegio reservado y encomendado por el rey para caballeros de
sangre noble y linaje reconocido. Por este motivo fue ALONSO incluido
también en los repartimientos de casas y heredades después de la expulsión de
los moros de la ciudad.
Del matrimonio de GONZALO RUIZ LOBATÓN con ANA GARCÍA,
hija del antedicho ALONSO GARCÍA, nació ALONSO GARCÍA LOBATÓN, el
primer LOBATÓN nacido en Jerez y del que en línea recta de varón a varón
llegamos a su tataranieto llamado MARTÍN HERNÁNDEZ LOBATÓN, conocido por
MARTÍN EL DEL PECHO, ya que era el que en Jerez repartía el impuesto
entre los vecinos, a los que se les llamaban <pecheros>; impuesto éste que
hoy día llamamos Contribución Urbana.
MARTÍN HERNÁNDEZ LOBATÓN, como hijo de MARÍA
RIQUEL, era sobrino de PEDRO DE RIQUEL, caballero veinticuatro de
Jerez, que se destacó en su época, la segunda mitad del siglo XV, por sus
campañas contra los moros en la península y en el norte de África, participando
en la guerra de Granada. Fue alcalde del Santo Oficio de la Inquisición de
Jerez por el estado noble.
Hijo de este MARTÍN LOBATÓN fue ALONSO GARCÍA LOBATÓN DEL PECHO, del que descienden las ramas conileña y vejeriega de los Lobatones. Vino a Conil a mitad del siglo XVI, como recaudador de impuestos y mayordomo de las almadrabas de los duques de Medina Sidonia. Casó en Conil con Doña ANA ORTIZ ARIZA, natural de la ciudad de Medina, dando origen a una familia que ocupó durante siglos, los cargos administrativos más altos y de mayor distinción de la villa y de fuera de ella, como en Vejer de la Frontera, Cádiz y la Isla de León.
Sus descendientes fueron ocupando los empleos de mayor confianza en la
hacienda del Duque, como alcaides de castillos y fortalezas, alcaldes
ordinarios, regidores de preeminencia, jurados, tesoreros, capitanes de las
milicias concejiles y un largo etcétera. Otros miembros de esta familia
ingresaron en la armada real y muchos fueron hombres de leyes y eclesiásticos.
Fueron considerados hijosdalgos de sangre, de nobleza reconocida y
ejecutoriada, probada en varias ocasiones y ciudades distintas siendo incluidos
sus miembros en los padrones de nobles de los lugares en que vivieron y por ello
exceptuados de pagar impuestos y cargas municipales como privilegio a la
calidad de sus orígenes.
La antigüedad y nobleza de la familia fue ejecutoriada en la ciudad de
Jerez a petición de Don PEDRO BERNAL LOBATÓN y su hermano Don ANTONIO
DEL PECHO LOBATÓN. Obtuvieron carta ejecutoria de unos privilegios del rey ALFONSO
XI de fecha seis de Noviembre de mil trescientos cincuenta y de veintinueve
de Octubre de mil trescientos cincuenta y uno, por lo que dicho monarca
confirmó los repartimientos que su padre el rey ALFONSO X había hecho a
sus antepasados que participaron en la Conquista de Jerez. Igualmente una
sentencia de veintiséis de Octubre de mil quinientos setenta y tres declaró a Don
PEDRO y Don ANTONIO como hijosdalgos.
En cabildo celebrado por el Ayuntamiento de Conil, de fecha veintiocho
de Diciembre de mil seiscientos cincuenta y tres, los hermanos PEDRO DE
FUERTES LOBATÓN y PEDRO BERNAL LOBATÓN justificaron, como nietos de Don
ALONSO DEL PECHO, recaudador del Duque, ser descendiente de los trescientos
caballeros ganadores de la ciudad de Jerez y ser sobrinos de Don MARTÍN
GARCÍA LOBATÓN alcaide de la fortaleza de Zara, en Vejer de la frontera.
El día 2 de Diciembre de 1752, a petición del presbítero Don ALONSO
ESTEBAN LOBATÓN, cura de la Iglesia de San Mateo de Jerez, fueron elevados
a escritura pública por el notario Don NICOLÁS DE MOLINA, unos
documentos que le fueron presentados por los cuales se comprobaba la hidalguía
y nobleza de la familia, se reconocía la capilla familiar y bóveda para enterramientos que la familia
poseía en la Iglesia de San Mateo. Esta Capilla es la que se encuentra a mano
derecha entrando por la puerta mayor, con un niño Jesús en el centro del altar,
el escudo de armas de la familia y una lápida con la inscripción de propiedad.
El escudo de armas está representado por un castillo de plata y a sus puertas
dos lobos atados con cadenas en campo rojo y por orla ocho aspas de oro también
en el mismo campo rojo.
A través del matrimonio enlazaron con los LEÓN GARABITO de Vejer
de la Frontera, con los AMAR, los PALOMINOS y los BORREGO
de Conil, etcétera, formando las distintas ramas familiares que han llegado
hasta nuestros días.
En el siglo XIX la principal familia de Conil la constituyó el matrimonio
y los hijos de Don GREGORIO BORREGO SALADO y Doña JACINTA LOBATÓN
SÁNCHEZ. Ésta era sobrina-nieta del CONDE DE LAS CINCO TORRES, el fundador
de LA MISERICORDIA. Sus hijos, FRANCISCO fue Alguacil Mayor, GREGORIO,
médico, JOSÉ MARÍA y JUAN MANUEL, licenciados en Derecho,
dominaron la vida pública y social de la villa, siendo Doña JACINTA
LOBATÓN dama de excelentes virtudes humanas, dejando honda huella entre los
conileños de la época.
Conil, Mayo de 1999. FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA. Juez de Paz.”»
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