jueves, 17 de julio de 2025

Conil 1988


Salutación

El verano es una época de trabajo inmenso para los que vivimos en Conil. Los pescadores gracias a Dios, tienen faena y lo mismo les sucede a los agricultores, albañiles, comerciantes de todas las ramas, principalmente a la rama de hostelería y a toda la población activa de la localidad. No descansamos durante el verano ya que éste es una de nuestras fuentes de riqueza, pero cuando el verano se va terminando y como remate alegre a nuestros afanes, llegan las Fiestas Patronales, en honor de nuestra Señora la Virgen de las Virtudes y Conil irrumpe con sana alegría y entusiasmo para celebrar con máximo esplendor la Velada y Fiesta que se le organizan.

 Estas fiestas son como un enlace bullanguero y risueño entre el esfuerzo precipitado y febril y el trabajo reposado, tranquilo y largo del resto del año. El punto y aparte necesario. El último cohete de los niños en sus vacaciones.

Deseo de todo corazón que los conileños sepamos y podamos aprovechar este corto pero merecido paréntesis  de felicidad transmitiéndolo a su vez a los que nos visitan en estas Fiestas para que compartan nuestras alegrías y gocen de nuestra hospitalidad de este entrañable Conil.

Mi saludo ilusionado a todos los del pueblo y a quienes nos visiten va en estas páginas que os anuncian nuestras sencillas Fiestas. Que en el bar, la calle, el baile, atracciones, en fin, en todos sitios, se respire el aire de la amistad, alegría y solidaridad que os deseo.

El Alcalde
DIEGO LEAL RAMÍREZ

CONIL MÁS DE 3.000 AÑOS DE TURISMO

Conil, desde que se tienen conocimientos, tuvo siempre bastante atractivo turístico. Con sus almadrabas y pesquerías abastecía a Cartago de atunes, llamándose, entonces, Cybis o Cybión. Podríamos decir, que con Fenicios, Griegos, Cartagineses… Conil fue descubierto comercial y turísticamente, teniendo residentes ilustres como por ejemplo Magón Hermano de Aníbal, pasando por el turismo de época romana, en que Conil pasó a llamarse Mergablum; más tarde los árabes y hasta nuestros días con visitas y estancias veraniegas de Reyes , Duques, Generales, Gente de Gobiernos, Artistas, poetas…

La historia de Conil, aunque los datos son intermitentes, si está claro, en toda época y momento, que, por sus atractivos naturales, como son sus extensas playas y sabrosas pesquerías y productos del campo, su extraordinaria climatología, además de la naturaleza afable de sus gentes, Conil ha sido lugar codiciado para muchas gentes del globo, de todas las escalas sociales, y sigue siéndolo.

Así describe a Conil nuestro poeta José Velarde en Teodomiro o la cueva de Cristo:

En el declive de un monte
A la orillas del Atlántico
Y entre cármenes floridos
Se halla la bella Mergablo.
Tiene a su espalda viñedos
Que sedujeron a Baco,
Y a su frente las montañas
Del Continente Africano;
Montañas que cuando Febo
Las coloca en el ocaso
De gualda y rojo parecen
Nubes preñadas de rayos.
¡Qué mucho que Tarik, vuelto,
A Tánger desde Mergablo,
Dijera a Musa:-allá enfrente
Se halla aquel edén soñando
Por el profeta Mahoma,
Y es preciso conquistarlo.
Es más fértil que la Siria,
Tan rico como Damasco,
Y, cual los de Hegiez, sus frutos
Son de dulces y lozanos!

Cuando Velarde dice “sus frutos son de dulces y lozanos”, se entiende por los frutos de la pesca y del campo de Conil, y me recuerda a otro poema actual.

En la Costa de la Luz
pueblo blanco, marinero;
a orillas del Atlántico,
turístico, agrícola y ganadero.
Es auténtico lo que digo,
Lo mejor del litoral
¿Por qué no? ¡Del Mundo entero!

JOSÉ Mª GUERRERO GONZÁLEZ

A TRAVÉS DE LOS AÑOS

Se nos pide que escribamos algo para el programa de las fiestas en honor de Nuestra Madre la Virgen de la Virtudes, que haga referencia al Beaterio de Jesús María y José institución tan querida en Conil, con motivo de haberse celebrado el II Centenario de su fundación.

            El Beaterio de Jesús, María y José nace en un bonito pueblo de nuestra provincia que se llama Alcalá de los gazules, en el año 1788, de manos del sacerdote alcalaíno D. Ángel de Viera, a la vez beneficiado de la parroquia del mismo lugar.

La idea de este gran hombre fue llevar a cabo algo importante que el sentía en su alma de apóstol y es por lo que cobra pleno sentido la vocación única de las hermanas del Beaterio y el fin esencial del Instituto que el fundaba en su doble vertiente hospitalaria y educativa, esta finalidad se sigue cumpliendo en su vertiente hospitalaria en Alcalá donde desde su fundación existe un asilo de ancianas, y desde 1954 han trabajado y siguen haciéndolo de un modo ejemplar en la Residencia de la Seguridad de Cádiz.

            En la otra vertiente, es decir, en la de la enseñanza, tienen con gran éxito colegios de E.G.B. en Conil y Alcalá y además en este último, escuela hogar.

La semilla por el sembrada ha ido dando frutos a través de dos siglos en una labor callada pero fructífera de unas hermanas que, sintiendo la llamada de Dios por ese camino, lo dejaron todo para seguir sus pasos. Tarea difícil, pero impregnada de amor de Dios, incomprendida a veces por las gentes, pero de una gran riqueza a los ojos de Dios.

A través del tiempo esta congragación no solo pone su labor al servicio de Alcalá sino que a la vez abre sus puertas a otros lugares de donde piden ayuda y les proponen fundar alguna casa.

Esto es lo que sucede en Conil. Por ello, pasemos brevemente a un poco de historia.

El año 1944, el Ayuntamiento de esta Villa acuerda fundar en Conil un Colegio Religioso que se hiciese cargo de la educación de niños no solo por falta de puestos escolares sino para que su formación influyera en el porvenir del pueblo.

Los pioneros de esta magnífica idea fueron D. Bernardo Periñán, alcalde, el Padre Andrés Vera, párroco, y el conileño D. Carlos Romero.

Después de muchas dificultades y trámites, el día 1 de Agosto  de 1945 el Ayuntamiento firma un Contrato con la Hermana Mayor de Alcalá formalizando la petición y compromiso para el envío de las religiosas en Conil.

Hace falta un local y se habilita el ala izquierda del edificio de la Fundación “Sánchez Franco” de esta Villa, cedido para estos fines, previo oportuno expediente instruido por este Ayuntamiento y cuyas bases de convenio fueron aprobadas por el Ilmo. Director General de Beneficencia, en comunicado nº 879 de fecha 2 de Octubre de 1944.

Todo preparado, el 12 de Septiembre de 1949, llegan cuatro religiosas del Beaterio que se hacen cargo de esta nueva casa. Desde ese momento la continua colaboración de todo el pueblo a través de los años ayudando a esta comunidad, es algo patente y digna de todo elogio.

El Colegio de las Hermanas en Conil fue y sigue siendo un modelo acabado de confianza y abandono en las manos de la Providencia. Llegaron sin nada, solo con el gran ideal de la formación de los niños, como se lo pedía Dios por medio de sus buenas gentes.

Quiero que estas líneas, salidas del fondo del corazón y llevado por el cariño que profeso a esta Institución, sean un sentido y merecido homenaje en el segundo centenario de la fundación del Instituto, donde tanta juventud y padres de familia recibieron su educación y hoy guardan hacia estas religiosas un ferviente cariño y agradecimiento.

Un antiguo alumno


Durante mi permanencia en la Delegación de Urbanismo el fin primordial y básico ha sido impulsar el urbanismo desarrollando y mejorando el planeamiento previsto.

La labor no ha sido fácil, pues he tenido que vencer las dificultades y escollos propios de la gestión, pero curiosamente un elemento fundamental en el desarrollo y que la mayoría de las veces pugna con el urbanismo, como es el promotor siempre ha estado en la línea del buen hacer y colaborando con el desarrollo de Conil.

Por el contra, la mayoría de la Corporación, unas veces por falta de información, otras por temores infundados o sospechas sin fundamentos y la mayoría de veces por intereses políticos han paralizado y obstaculizado este desarrollo tan importante y básico para el futuro de Conil.

Desde estas líneas quiero invitar a todos a una reflexión y a la cordura para lograr acercarnos a la realidad: es necesario olvidar el protagonismo y el antagonismo cuando de urbanismo se trata, pues de el depende el desarrollo y el futuro de Conil.

JOSÉ TRUJILLO GÓMEZ

Concejal de Urbanismo

CANTO A CONIL

¡Oh! Conil rincón de ensueño;
De encantos, bendita tierra,
Que vate podrá ensalzar
Tus glorias y tu belleza
Desde el alto del Castillo
Que encantadora te muestras
Cuantas más veces te miro
Más me seduces y alegras
Ríes, cantas, trabajas
Meditas, lloras y sueñas
¿Qué secretos llevas dentro
Que a mí nunca me lo cuentas?
Quizás un suave latido
Un rumor lejano a penas
Que asciende hasta el Castillo
Mi atalaya predilecta.

Mª PILAR CONDE

<<LOOR A LA PATRONA DE SUS FIESTAS>>

  Hay varios días que las campanadas de la Iglesia Parroquial, revoloteaban y lanzaban al aire sonidos de gloria, llamando al pueblo de Conil, para acudir a los cultos que en honor de su Patrona se han venido celebrando.

En este claro y fragante día de su festividad, y cuando acaba de serle ofrecido el delicado presente de una Solemnísima Función Principal como tradicionalmente, le dedican sus hijos, plena de un hondo fervor mariano, el pueblo de Conil se apresta a sacar a su Virgen en Procesión por las calles de la Villa.

Pocos cuadros de mayor fuerza expresiva. Pocas manifestaciones de más encendido entusiasmo. Pocas devociones de más acendrado amor que ésta que en breve vamos a presenciar.

Y permitidme, que llegado este momento, tenga que recurrir a la expresión poemática, para poder así reflejar más fiel y concretamente el múltiple colorido, la fuerza emotiva y el perfil religioso de esa tarde conileña, evocando así, como viejo devoto y hoy espectador privilegiado, la salida, procesión y entrada de tan celestial Señora.

Que la Gloria abre sus puertas
y hasta el mismo Conil baja
y la Virgen de las Virtudes,
Madre de Dios Soberana,
navega sobre las olas
de la celeste esperanza.
Que desciende serafines,
batiendo su leves alas;
que un arcángel frente al paso
mueve el timón de su gracia;
que el aire se hace más puro
y más azul la mañana;
Que la Salve es un requiebro
y una súplica las lágrimas;
que la copla tiene ecos
de oración sublime y santa;
que la arena se hace nube
y la música espadaña;
que el suspiro es un vibrar
de indefinible fragancia
que su rostro es de jazmín
con sonrisa limpia y clara;
que sus manos son dos pétalos
más trasparente que el agua,
que la Virgen bendita
nos besa con su mirada,
y con su manto nos cubre
al oir nuestras plegarias.
Que la gloria abre sus puertas
y hasta el mismo Conil baja,
y hecha suspiros de sol,
y hecha caricia de plata,
y hecha jardín infinito,
y hecha eterna resonancia,
y hecha caricia y cascada,
nos ilumina la sangre
y nos purifica el alma
mientras el corazón grita
haciendo flor la palabra:
¡Viva la Virgen de las Virtudes!
¡Viva su bendita gracia!
Y sigue la procesión. Ya se han abierto de par en par las puertas del Templo.
Ya empieza nuestro corazón a latir aceleradamente:
Ya está Juanillo Fajardo
despejando la calzada
y aparecen monaguillos
con ciriales y cruz alzada,
y pasan autoridades
con sus trajes de gran gala.
Y pasa la alcaldesa
con su séquito de damas
y pasan mujeres devotas
todas ellas enmantilladas,
y para el Padre Mateo
musitando una plegaria.
Y pasan los estandartes
y banderas desplegadas
y cruzan raudos cohetes
que el aire tibio engalanan
y hay un sinfín de personas
que pausadamente avanzan.
Ya está aquí Pedro de Alba
capataz donde los haya,
con el martillo en la mano
dispuesto a hacer la llamada.
Y pasa aquel confundirse
los gritos con las palabras,
y el jubilo desbordado,
que suplica, ríe y canta
y pasa también la lluvia
de flores rojas y blancas,
que lo mismo que oraciones
de los balcones derraman;
y pasa el entusiasmo
de la fe más pura y santa,
y pasa como el suspiro,
y como el recuerdo pasa,
toda la luz de Conil
sostenida por las alas
de la copla que le reza
y el corazón que el aclama.
Así, hasta que por último, verificada ya la ofrenda de su pueblo, la Virgen se dispone a entrar de nuevo en su morada. El corazón triste y desalentado, comienza a percibir, que todo aquello termina.

Se inicia el retorno a vivir el resto de la noche sumido en la vorágine del Real de la Feria. Ya las puertas parroquiales se han entornado, y asolas con Ella en la penumbra de la nave, entorno mi canción de despedida.

La Virgen de las Virtudes
no se queda nunca sola;
aunque se van sus devotos,
aunque se apaguen las horas
en el callado recinto
donde su belleza mora,
en el callado recinto
donde su belleza mora,
sin el tronar de la alondra,
sin una última voz
de la que a sus plantas llora,
sin una Salve que vuele
igual que una mariposa,
para cantarle al oído
¡Madre de Misericordia!
sin un reflejo que en llanto
multiplique su corona;
sin una vela encendida
consumiendo gota a gota,
la súplica o la promesa
de cualquier alma devota
sin un repique a los aires,
sin el suspiro que brota
cuando el corazón la mira
y la sangre se trastorna;
sin un aliento siquiera
sin el giro de una copla
que, ¡Madre de Dios!, la llame
ni le diga ¡Madre Hermosa!
La Virgen de las Virtudes
beso, caricia y cascada,
gloria bendita hecha flor,
Lucero y Rosa temprana,
no se encuentra nunca sola
porque con Ella, enlazada,
vuestro corazón se queda,
y sus pies, arrodillada
está siempre vuestra sangre,
vuestra Salve emocionada
vuestro fervor hecho súplica,
vuestra constante mirada,
vuestra frente estremecida,
vuestros sueños y vuestras ansias,
vuestras manos temblorosas,
hacia su altar elevadas,
vuestro dolor y alegría
siempre con Ella, consagrada,
vuestro corazón entero,
y enteras, vuestras entrañas.
La Virgen de las Virtudes
está siempre acompañada
por un sueño de guitarra,
por los labios que le piden
suplicándole a distancia,
por los que rezan su nombre,
por los que su nombre cantan,
por los tanguillos de Cádiz
tejidos con son de plata,
por los gritos sin sonido,
por los versos sin palabras,
por las flores que suspiran
bajo el latido del agua,
por la lágrima en silencio,
por la campaña olvidada,
por todo el que la bendice
y por todo el que la aclama.
La Virgen de las Virtudes.
la patrona de Conil,
está siempre acompañada
con un Niño entre los brazos
que es Sol de la mañana,
que es Lucero de tarde
que es atardecer y es alba.
Por eso nunca está sola
aquella Rosa Temprana;
aunque lo diga la gente
aunque lo diga la gente
aunque la copla lo canta.
¡La Virgen de las Virtudes,
Patrona de Conil,
está siempre acompañada!

RICARDO MORA

Conil, septiembre 1988

Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Imprenta La Cañailla

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