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domingo, 29 de junio de 2025

Conil 1981

Salutación

Esta es la tercera vez que por medio del Programa de festejos me pongo en contacto con vosotros los ciudadanos de Conil, que mayoritariamente me elegisteis como Alcalde.

La primera vez escribía lleno de esperanza e ilusión, la segunda lo hice con optimismo ya que las perspectivas nos hacían pensar que se cumplirían muchas de nuestras esperanzas, y hoy lo hago cargado de satisfacción por el esfuerzo realizado y los resultados obtenidos y con la alegría que da la seguridad de cumplir lo que resta de nuestro programa.

De todas maneras estas líneas no son sino para desear toda clase de felicidad a los conciudadanos en estas fiestas que no por repetirse anualmente son menos nuevas y deseadas.

Junto al programa de festejos que la Delegación y sus colaboradores han preparado con esmero, veis los preciosos rostros de las Alcaldesas elegidas por los barrios. Creo que la lectura de aquel y la contemplación de estos es la mejor garantía de la alegría de las fiestas.

Terminamos la temporada estival y lo hacemos en convivencia serena y bulliciosa. A aquellos que hacen posible todo esto, mis más sinceras gracias y para todos mi especial deseo y divertida felicidad.

Vuestro Alcalde

Diego Leal Ramírez

Conil, septiembre 1981


De Trafalgar a Poniente

Alguien dijo, creo que imitando a nuestro olvidado paisano José Velarde, que…

De trafalgar a Poniénte,
tendido en suave loma,
se alza un pueblo sonriente
que al agua del mar se asoma

Si bien es cierto que Conil sonríe, porque siempre lo ha hecho, no lo es menos que también llora, quizás porque se sienta un poco marginado y sus problemas, pese a la buena voluntad de unos y otros, no se solucionan al ritmo deseado y a las exigencias del propias del progreso. Por eso se asoma para ahogar sus penas en ese Mar donde se refleja y que por causas ajenas a él no se deja robar un trocito desu inmensidad donde colocar unas piedras que pudieran servir, siquiera, para cobijar a ese gran número multicolor de pequeñas (yo diría que grandes) embarcaciones, cuyos marineros, día a día y gracias al buen hacer de sus patrones se juegan la “libra de pan” con mas agallas que un atún.

Todos sabemos porque lo hemos presenciado  en innumerables ocasiones, cómo se “bota “un barco en pleno día. Resulta atractivo para el visitante y hasta simpático, no hay mas que empujar y arrimar parales. Pero ¿han visto alguna vez echar las embarcaciones durante una fría madrugada de invierno?. Estoy convencido de que la mayoría ni se lo imagina.

Todo lo que puede tener de atractivo durante el día se convierte súbitamente en un triste y penoso espectáculo protagonizado por unos hombres, muchas veces maldiciente de su destino, que ateridos de frio tienen que despojarse de sus ropas y luchar hasta el agotamiento para evitar que barco se “more” y pueda atravesar airoso ese peligroso y traidor “alijo”

Esperemos que un día no muy lejano podamos decir a estos valerosos hombres…

No llores más, marinero,
ten fe, que pronto te harán
ese refugio pesquero
y tus hijos no se irán.

Así pues, Conil espera con fe ver colmados sus deseos de muchos años con la construcción de ese tan necesario espigón.

Y ya que se encuentra en vísperas de sus tradicionales fiestas, ahogue sus penas durante estos días, no en ese Mar de sus desvelos, sino en un mar de sana alegría, haciendo que las mismas sean signas de él y de sus hijos y donde no falte la gracia y la sal de sus mujeres a las que yo diría:

Ante el espejo del Mar,
cuando el aguaje es creciente,
te acicalas para estar
en tus fiestas sonriente.

ARO
Conil, Septiembre 1981

Aprender de la Naturaleza

La Naturaleza es “la gran escuela del hombre”, pero el hombre no quiere aprender de la Naturaleza, muchos comprenden y reconocen, que es buena y necesaria, bastante, no quieren saber de sus enseñanzas, bien por falta de tiempo para pensar, por intereses creados… sólo algunos, quieren aprender de ella. Y digo “bastante” cuando me refiero a los que no quieren aprender de ella, porque creo que son demasiados, además que hay que leer y escuchar en los medios de comunicación, para comprender que es demasiado daño el que estamos causándonos con la destrucción de la naturaleza, incendios forestales, contaminación de las aguas, pruebas nucleares, etc. por eso rogaría a cualquiera que se encuentra en los “muchos” que comprenden que la Naturaleza es buena, y con más razón a los “bastantes” que no quieren saber de sus enseñanzas, que se paren a pensar aunque solo sea un instante, sobre los beneficios, que podríamos conseguir aprendiendo de la naturaleza, y a mis conciudadanos y a todos nuestro amigos y veraneantes que nos acompañan de todas las latitudes en estos meses de verano e incluso en invierno para, disfrutar de “La gran escuela del hombre” que es la Naturaleza, lo mismo en nuestras maravillosas playas, nuestro extraordinario pinar o nuestro entrañable campo de Conil, lo podríamos conseguir aprendiendo de la Naturaleza; fomentando “escuelas” de la Naturaleza porque, los jardines y hasta las macetas de plantas en nuestras ventanas, nos dan sombra y pureza del aire  que a través de ellas nos pasan a las habitaciones y pueden ser nuestra “escuela de la Naturaleza”

Está muy generalizado, lo mismo por boca de los nativos de la zona que por los veraneantes que nos visitan, hablar muy mal del viento de levante. Comprendo que es un viento incomodo pero, analizado como un elemento de la Naturaleza, podríamos decir que, gracias a él disfrutamos de nuestro clima tan sano y soleado, sin el levante sería lo contrario, enfermizo y húmedo lo mismo para las personas que para las plantas.la flora sería completamente distinta ya que se desarrollarían muchísimas enfermedades criptogámicas y plagas, no existiría el porcentaje que existe de polinización, ni las salinas, habría más contaminación, etc.

Muchos agricultores me diría pero, ¿y cuando viene 80 o cien kilómetros que se lleva cosechas y hasta arrastra la tierra? Es cierto pero “aprendamos de la naturaleza” también cuando llueve si no tuviésemos casa, nos pondríamos pipando, todo es cuestión de emplear las técnicas que existen y que sin detener al levante no dañe a la Agricultura. Yo invitaría al que se pregunta esto, a una demostración en el mismo Conil cuando el levante sople a 80 ó 100 kilómetros. A los amigos y veraneantes también les diría que, también en Conil se puede disfrutar de nuestro clima con levante, pues incluso en nuestras playas hay calas que apenas se nota, comprendo que habría que proyectar y promocionar esta zona teniendo en cuenta este viento, lo mismo que, hay sitios donde incluso no tienen playas en  el mar y la gente toma el Sol y se baña en piscinas.

Para terminar quiero contar una experiencia vivida en Roche Residencial y no lo cuento para hacer propaganda turística de esta urbanización aunque hay que reconocer que es extraordinaria, pero si una demostración de lo que es la Naturaleza. Estando en un chalet de un amigo y mientras en la carrera general hasta Conil hacia una levantera bastante fuerte, y un calor sofocante, allí hacia un levante suave y fresco en medio de los pinos. Con esto ya estamos aprendiendo de la Naturaleza, y no es que tengamos necesariamente que hacer y además no podríamos todos, un chalet en Roche, pero si disfrutar de sus pinos y de otras plantas y árboles, todo es cuestión por parte de todos de “Aprender de la Naturaleza”

José Mª Guerrero González

 

Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Isabel González

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