Conil 1980

SALUTACIÓN 

El verano es una época de trabajo intenso para los que vivimos en Conil. Los pescadores gracias a Dios, tienen faena y lo mismo sucede a los agricultores, albañiles, comerciantes, etc. No descansamos en el verano ya que este es una de nuestras fuentes de riqueza, pero cuando el verano se está terminando y como un remate alegre a nuestros afanes, llegan las fiestas.

Las fiestas son como un enlace bullanguero y risueño entre el esfuerzo precipitado y febril y el trabajo reposado, tranquilo y largo del resto del año. El punto y aparte necesario. El último cohete de los niños en sus vacaciones.

Deseo de todo corazón que los conileños sepan y puedan aprovechar este corto paréntesis de felicidad y que el bálsamo de las fiestas penetre en todos uniéndonos a la alegría que no deberíamos perder.

Mi saludo ilusionado a todos los del pueblo y a quienes nos visiten va en estas páginas que os anuncian nuestras sencillas fiestas. Que en el bar, la calle, el baile o los cochecitos, en fin, en todos sitios, se respire el aire de la amistad y solidaridad que os deseo.

El Alcalde

DIEGO LEAL RAMÍREZ

Nuestra responsabilidad.

Creemos que dentro de cada comunidad, como de cualquier familia, es o debe ser importante el tiempo y el dinero, sin pasar los límites de cada posibilidad en ambos factores, dedicado al recreo, esparcimiento o diversión como descanso necesario tanto para el cuerpo como para el espíritu.

Entendemos que cabe a nosotros, miembros de la Comisión de Fiestas, la responsabilidad y la obligación de la programación de las fiestas de nuestra comunidad de Conil, TRABAJO este (resaltamos la palabra trabajo), que hacemos con sumo gusto, ya que si bien nos acarrea ocupación, preocupaciones, algunos disgustos e incomprensiones, también nos proporciona grandes gozos.

Queremos que cada verbena, cada fiesta, cada feria tenga y conserve características propias. Estamos en el empeño de que la Feria de las Virtudes encuentre su propia entidad, que deje de ser “la feria de los palos”. Empeño este que escapa un poco de nuestras manos pues depende casi exclusivamente de los propios feriantes que por diversas razones no acuden a esta feria, quedando solo a nuestra iniciativa el ofrecimiento de terrenos gratuitos y algún que otro contacto directo. El panorama este año se vislumbra más esperanzador.

Y para paliar la falta de “cacharros”, hemos convocado un concurso de casetas en el Real de la Feria. Quisiéramos que tuviese buena acogida, así conseguiríamos que el Real estuviese más animado y acogedor.

De lo que estamos seguro, y ello nos produce ese gozo y satisfacciones que apuntábamos antes, es de la participación de la gran mayoría de conileños, mayores y pequeños, en cuantos actos se anuncien en este programa.

Queremos desearles a todos que pasen unas fiestas muy felices.

Aprovechamos también para felicitar a las Alcaldesas que han sido elegidas en representación de cada barrio. Ellas son el símbolo de la juventud, la belleza y la alegría: protagonista de nuestras fiestas.

A todos los colaboradores, a los componentes de los colectivos de vecinos que han programado y organizado sus verbenas, felicidades y gracias.

La Comisión de Fiestas.

La feria de CONIL estaba de "capa caída", era conocida como “la feria de los palos”, por lo “desangelada” que estaba, con poca animación de público, escasas casetas y muy contados “cacharros”. El Ayuntamiento, para un mayor “realce”, ofertaba gratuitamente los terrenos a los feriantes.

Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Isabel González

Conil de la frontera en la prensa