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lunes, 14 de julio de 2025

El Colorado 1980

Salutación

Hace un año, desde estas mismas páginas, saludaba yo, en nombre de la recién estrenada, Corporación Municipal, a los vecinos del campo de Conil. Fue un saludo esperanzado y lleno de buenos deseos.

La realidad de este año vivido me hace afirmarme en la esperanza y seguridad de que alcanzaremos la meta que nos trazamos.

Ha habido desesperanzas momentáneas ante la incomprensión o la impaciencia, no lo puedo negar, pero siempre presididas por la voluntad firme de trabajo, que ya empieza a vislumbrar los frutos.

Aquellos deseos de alegría para todos en las fiestas, los reitero hoy con mayor ímpetu. El periódico paréntesis en el trabajo que ellas suponen, no debe convertirse en rutina sino en renovado esfuerzo de convivencia y solidaridad. Olvidemos ahora desavenencias y rencillas personales y ofrezcamos unos  otros la amistad deseada y duradera.

Agradezco de corazón el trabajo y esfuerzo de los que colaboraron para la realización feliz de estas fiestas y quiero hacer homenaje público a la bellesa y simpatía de las alcaldesas que tan cumplidamente representan a la esperanzadora juventud de la zona.

Diego Leal Ramírez

 






Una mirada atrás

EL POBLAMIENTO DE LA “FRONTERA DEL ESTRCHO” Y LA REPOBLACIÓN DE CONIL EN EL SIGLO XIII

Entre la desembocadura del Guadalquivir y la del Guadiaro se extiende un área de la Andalucía parcialmente incorporado a la Corona de Castilla en el siglo XIII cuya repoblación y defensa estuvieron muy mediatizada por factores permanentes externos a ella como fueron la frontera con el reino nazarí de Granada y la proximidad de Marruecos.

Mientras los acontecimientos militares se sucedían como violento epílogo a la conquista castellana de la Andalucía atlántica, nacía penosa e imperfectamente el nuevo poblamiento de la “Frontera del Estrecho”. Incluso hoy, al contemplar un mapa actual de dichos parajes no puede sustraernos la idea de que la “Banda Morisca” entre Granada y Andalucía alcanzo allí su mayor anchura y condicionó el poblamiento medieval de toda la tierra al crear una zona desierta entre el rio Barbate y el Guadarranque.

En la época de Alfonso X “El Sabio” el dominio militar castellano tocaría las orillas atlánticas solamente en un despoblado, el futuro puerto de Santa María, y se extendería bajo alguna forma de protectorado a Cádiz. Pero este monarca pretendió consolidar el dominio militar y tributario castellano, así como asegurar la costa atlántica. A partir de 1262: Alfonso X hubo de conquistar por las armas una amplia zona de Andalucía atlántica

            Vejer, Medina Sidonia, Rota y Sanlúcar, quedaron por el momento, como simples puntos fortificados de poca o ninguna población, así como Alcalá de los Gazules, a la que la crónica ni menciona, mientras las aldeas y alquerías sin fortificar desaparecían, este sería el caso de Conil. Mientras los musulmanes del Reino de Granada fijaban sus plazas avanzadas en Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera y Gibraltar-Algeciras-Tarifa.

De todas las localidades de la zona del Estrecho fue Medina Sidonia la primera que comenzó a superar su  condición de mero punto fronterizo fortificado para alcanzar la de núcleo de población, con categoría de villa.

Pero a finales de 1274 el segundo emir o rey nazarí de Granada, Muhammad II, pidió socorro militar al sultán merini de Marruecos  contra Castilla. Su acción significaba un cambio muy profundo en el equilibrio político y estratégico de toda la zona que nos ocupa porque, ante la respuesta afirmativa de los marroquíes, se iban a potenciar las fuerzas musulmanas que protagonizarían contra los castellanos durante decenios una larga batalla “Batalla del Estrecho”. Por la que miles de seres humanos sufrieron la lucha encarnizada, entre 1275 y 1350, por el dominio de esta zona del sur de la península.

El asedio y la toma de Tarifa por Sancho IV entre junio y octubre de 1291 fue, sin duda el hecho central de aquella guerra y produjo unas condiciones estratégicas diferentes. En los años que siguieron a la toma de Tarifa la repoblación de la zona experimentó avances decisivos y, precisamente, a estos años corresponde el “repartimiento y repoblación de Vejer” en cuyo término se ubicaba la aldea de Conil de la Frontera.

El otro suceso importante de aquellos años fue la promoción personal de Alfoso Pérez de Guzmán “Guzmán el Bueno”. Allí donde las formulas de defensa anteriores habían fracasado parcialmente él demostró que se podía triunfar siempre que al esfuerzo repoblador de la Corona se uniese el de un señor interesado personalmente en promoverlo y coordinar la organización militar de la zona. El resultado favorable era casi seguro, pero el precio también resultaba elevado porque aquel caballero sevillano, buen conocedor del mundo marroquí por los años que había vivido en Africa, buscaba con insistencia construir un señorío para su linaje en el lugar más peligroso de la frontera. Fue el primero en hacerlo y tal vez por eso mismo el que más éxito alcanzó. Sancho IV le había prometido ya el señorío de Sanlúcar de Barrameda, a raíz de la defensa que hizo de Tarifa, pero fue Fernando IV  quién otorgó el correspondiente privilegio (Toro 13 de Octubre de 1297) En término de Sanlúcar estaban Rota, Regla (Chipiona) y Trebujena, pobladas en parte o por entero gracias al nuevo señor .

Y fue el 20 de Octubre de 1299, cuando Alfonso Pérez de Guzmán recibió del rey Fernando IV con encargo de poblar allí, unas almadrabas situadas entre los cabos Torche (Roche) y Trafalgar, en la desembocadura del rio Salado “Huedi Coni”, sin duda en el emplazamiento de la aldea de Conil; fue la primera piedra del monopolio que su linaje llegaría a alcanzar sobre la explotación almadrabera en toda Andalucía atlántica, y también el señorío más antiguo que Pérez de Guzmán obtuvo en la comarca, antes que los de Chiclana y Vejer.

J. García Contreras

Prof. de Historia
















Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Imprenta La Cañailla

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