miércoles, 4 de junio de 2025

El Colorado 1975

EL CAMPO

El campo de mi pueblo es forestal y de cultivo. En el se juntan la mano divina con la del hombre para arrancar de la tierra parda o albera las cosechas. Sus paisajes están llenos de vida, colorido y sonoridad formada por las voces de los hombres, los cantos de los pájaros, los ruidos de los pequeños y grandes motores, los transistores, que junto al tajo, a todo volumen hablan de la liberación de la mujer, de los viajes de Kissinger o la crisis mundial.

El campesino sabe, o mejor intuye, que algún día ¡ojalá que no lejano!, la ciudad volverá su mirada al campo olvidado y duro, base de la industria, el comercio y los servicios y dejará el de ser un marginado para convertirse por derecho propio en todo in profesional especializado.

En nuestra tierra ha florecido últimamente una rara cosecha: antenas de televisión, postes de conducción eléctrica que parecen compartir, con los viejos y retorcidos troncos de una arboleda jamás cuidada y el campesino sonríe socarrón porque sabe que “eso” no es todo.

El campesino sabe de semillas selectas, de nuevas técnicas de cultivo, de inseminación artificial, de riego por aspersión… pero tiene que contentarse con seguir haciendo y teniendo “lo de siempre”.

El campesino quiere un puesto en la vida, una voz en la sociedad, una mayor oportunidad de promoción para los suyos, una mayor valoración de sus productos y de su trabajo…

El campo es fuente de riquezas quizá a media potencia… pero capaz de despertar aún.

Nosotros, chicas y chicos de la nueva generación campesina, que vivimos en y del campo, que amamos a pesar de todo al campo, queremos que esté a la altura que los actuales tiempos exige y hacer realidad los sueños de nuestros mayores.

Nosotros porque pisamos fuerte la tierra no somos unos visionarios y sabemos hasta dónde podemos y debamos llegar.

Nosotros, la juventud campesina, creemos y esperamos un futuro mejor.

Dolores Calderón Sánchez

Plantel de F. A. “El Colorado”.

 


Fuentes: Archivo Municipal de Conil - Isabel González

No hay comentarios:

Publicar un comentario