Con pasos lentos pero seguros Conil va extendiendo su fama. Cada verano se multiplica el número de personas que vienen a disfrutar de su hermosa playa, de su mar limpio y azul, de su clima fresco y agradable. Sin la propaganda de bombo y platillo que ha encumbrado otras playas del sur, la realidad se va imponiendo con firme caminar y nuestro pueblo pasa a ocupar el puesto de primera fila que le corresponde, sin perder su fisonomía de playa tranquila, cómoda y familiar, en que radica precisamente su mejor encanto.
Hoy, al salir a la luz esta modesta revista, no pretendemos otra cosa que contribuir a ese auge con nuestro grano de arena, al mismo tiempo que exteriorizar el júbilo, el sentido grato y tradicional de las Fiestas de Nuestra Excelsa Patrona.
Conil de la Frontera, mes de Septiembre y año de 1953.